lunes, 8 de febrero de 2010

El tiempo pasa...

Es una bella mañana en la que por fin está entrando el sol por la ventana después de una semana bastante nublada y lluviosa. Me dieron ganas de escribir ya que gracias a la loca con cara de Pato me recordó que ya estamos al filo de los 22, que ya no somos unas niñas que corrían por el parque con globos llenos de agua después de un día tranquilo de clases, el cuál en aquellos entonces tal vez se nos hacía bastante pesado.

Y el tiempo sigue pasando y seguimos cometiendo errores, sólo espero que no sean los mismos errores que cometimos en el pasado porque si no, no tendría caso la caída, hay que aprender de los errores del pasado para no volverlos a cometer. Yo estoy aquí, sentada en mi sillón, a la espera de un buen desayuno para poder largarme a la escuela a tomar una aburridísima clase de Fisiología animal. ¿Nuestras vidas han cambiado? Si... definitivamente lo han hecho.

Estoy a poco más de festejar mi cumpleaños y al final me doy cuenta que ese día será un día más... como cada día que pasa, no es necesario cumplir años para seguirme haciendo vieja, me hago vieja a cada minuto; y bueno en realidad ¿que es la vejéz? Me siento más acabada yo que mi madre xD Sin embargo agradezco cada uno de los minutos que paso aprendiendo cosas, dejando a la niña que era, pero siempre llevando esa chispa de inocencia conmigo, creo que eso nunca se me va a quitar.

En fin... el tiempo pasa, no se detiene, así como nosotras no nos detenemos, por lo menos yo no pienso hacerlo.

sábado, 30 de enero de 2010

Y solo tengo que decir....

¿Fuera de onda? o ¿En tu propia onda?

Dicen por ahí que las almas son como una chispa, una chispa que va envejeciendo dependiendo de la manera en la que vives o como vives. En el transcurso de lo que va de mi corta edad madura juvenil me he dado cuenta que estoy rodeada de personas, y no son muchas he de ser franca, que tienen esa chipa "añejada" y alegremente puedo decir que la mía propia es igual.

Me sentí como el espectador de una película, todos bailando y alcoholizándose, brincando al compás de la música electrónica y yo simplemente observando. Un chico amigo de quien me invitó a la fiesta observababa también. Fué una manera muy singular el como nos comunicamos y reímos por la manera en la que los revotosos brincaban y bailaban, y nosotros solo los veíamos; encontré otra chispa añeja.

Y la noche transcurrió tranquila, en medio de la estridente música electrónica y los jóvenes retorciendo sus cuerpos al compás de los tamporazos. Mi compañero de fiesta y yo platicamos como viejos amigos compartiendo nuestra propia "onda" y fué ahí donde me dí cuenta... no estoy fuera de época, estoy fuera de SU época, fuera de SU onda.

Como buena taxónoma no pude evitar la clasificación de variedades intraespecies... y dejenme decir que hay de todo.

Tras todos los percanses ocurridos en la noche, solo me resta decir y en muy buena onda chavos... si no saben tomar, no lo hagan....